Todo el mundo sabe que en año 711 los musulmanes iniciaron su imparable conquista de la Península Ibérica, pero ¿conoces las razones que llevaron a las tropas Musa (el gobernador de Ifriqiya) a traspasar el Estrecho de Gibaltar? Posiblemente sí, pero hay multitud de personas que las desconocen. Acompáñanos a descubrir porque los musulmanes decidieron instalarse en nuestro país.
¿Cómo llegaron los musulmanes a la Península Ibérica?
Para comprender como llegaron los musulmanes a la Península Ibérica, debemos tener en cuenta la desastrosa situación en la que se encontraba en Reino Visigodo a principios del siglo VIII de nuestra era. El que fuera otrora heredero del Imperio Romano, se encontraba en estos momentos dividido en dos facciones que luchaban por un poder que había ido disminuyendo con el paso del tiempo.
Aquellos que dirigían la práctica totalidad de la Península Ibérica, habían ido cediendo poco a poco su poder a los grandes magnates del reino, para asegurarse su supervivencia en el trono. Un trono, que a la llegada de los musulmanes a la Península, estaba siendo disputado por Don Rodrigo (del cual se sospecha que acabó con la vida del anterior monarca Witiza) y Ágila.
División, que los musulmanes decidieron aprovechar en su favor para saquear algunas zonas de la baja Andalucía. Un saqueo, que dio paso a la progresiva toma de diferentes zonas, las cuales se mostraron totalmente pasivas ante estas incursiones. ¿Por qué sus habitantes no hacían nada? Porque pensaban, que como anteriores ocasiones, estos iban a ser fácilmente rechazados por las tropas visigodas que defendían aquellos territorios o se retirarían en cuanto consiguieran en botín que desearan.
Una situación que para su desgracia no se dio, ya que los musulmanes parecían tener la intención de quedarse y las tropas locales no eran suficientes para devolver a los musulmanes al otro lado del Estrecho de Gibraltar. Consciente de que se estaba enfrentando a un peligro mucho mayor de lo que esperaba en un principio, Don Rodrigo decidió enfrentarse junto a todo su ejército contra los musulmanes. Un enfrentamiento, que se dio en Guadalete en julio de 711, en el que la traición de una parte de su ejército (partidarios del anterior monarca visigodo Witiza) provocó que los musulmanes pudieran destruir las tropas visigodas, iniciando su triunfal conquista de la Península Ibérica.