Venus y Adonis. Tiziano. Museo del Prado

Adonis, el amante más amado de Afrodita

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Seguro que en más de una ocasión has escuchado decir a alguna persona,  que ese hombre tan atractivo que conoce o ha visto en algún lugar, es un Adonis.

Una expresión, que cada vez está cayendo más en desuso, a la que hoy queremos hacer un pequeño homenaje y ayudaros a descubrir, quién fue este tal Adonis y sobretodo la razón que nos empuja a utilizarle como sinónimo de hombre increíblemente atractivo.

¿Cuáles son los orígenes de Adonis?

Si acudimos a las fuentes clásicas, encontraremos multitud de historias que hablar de este acontecimiento. Nosotros, vamos a quedarnos con el que tiene mayor difusión y en el que está implicada la más bella de las diosas.

Mirra, madre de Adonis, era la hija del rey de Esmirna, Tías. Este pobre infeliz, tuvo la mala suerte de ser padre y abuelo de nuestro protagonista de hoy, ¿Por qué lo calificamos de infeliz? Porque la oscuridad de la noche y la diosa Afrodita, hizo que tuviera la mala fortuna unirse a su propia hija.

Cuando Tías, descubrió la terrible acción que le había hecho cometer su propia hija, se levanto como un rayo y comenzó a perseguirla, para darle muerte y que pagara su mala acción. Asustada, Mirra pidió ayuda a la diosa Afrodita, que para salvarla de la furia de su padre, la convirtió en el árbol que hoy lleva su nombre.

Enfurecido por no poder conseguir su objetivo, Tías, le lanzó una lanza al nuevo árbol, de cuya savia, nació Adonis.

Adonis el capricho de Afrodita

El pequeño Adonis, era un bebe tan hermoso, que la propia diosa, se quedo prendada de él al instante. Para que nadie pudiera contemplarlo, decidió meterlo en un baúl y pedirle a la reina del infierno, Perséfone que lo guardara con mucho celo. Extrañada la diosa ante tal petición, abrió el baúl y se encontró con el pequeño querubín.

Tras una agria disputa por su custodia, el más sabio de los dioses, Zeus, dispuso que pasaría 4 meses con  cada una y que los restantes, tendría total libertad para hacer cuanto deseara.

Sin embargo, la felicidad pronto se truncó por culpa de la afición de Adonis por la caza. Un día, mientras estaba en plena jornada cinegética, un jabalí, le atacó con tanta saña, que provoco que el joven y bello Adonis, muriera, sin que Afrodita pudiera hacer nada.

Adonis. Antonio Corradini. Metropolitan Museum of Art