Nació el 15 de septiembre de 1890 en Torquay, Inglaterra. De soltera Agatha Miller, era hija de Fred y Clara, y a los once años se queda huérfana de padre y con pocos medios para salir adelante. Su niñez, por tanto, fue complicada. En la I Guerra Mundial trabajó como enfermera, y es un poco después, cuando valiéndose de los conocimientos adquiridos, publica su primera novela «El misterioso caso de Styles», en donde la víctima muere envenenada. Será la primera vez que aparezca su célebre personaje detectivesco, el belga Hercules Poirot, que desentrañará muchos de los misterios de sus novelas. Otro de sus personajes recurrentes es la anciana solterona Miss Marple, que bajo la apariencia de dulce e inocente abuelita conoce el mal en todas sus manifestaciones, quizá por haber pasado su vida en el pequeño pueblo de Saint Mary Mead, en donde se dan los casos más enrevesados de maldad absoluta.
En 1914 se casa con Archibald Christie, cuyo apellido hará mundialmente famoso. Pero no es un matrimonio feliz y en 1928 él la abandona para irse con su secretaria. Este hecho, unido a la reciente muerte de su madre, la hacen perder temporalmente la razón. Sufre una crisis emocional y desaparece durante once días. Sólo se encuentra su coche, abandonado en la carretera. Cuando todo el mundo teme lo peor, la encuentran en un hotelito de playa en donde se había registrado con el nombre de la amante de su esposo. No se acuerda de nada de lo que ha pasado.
Después de seguir un duro tratamiento psiquiátrico, las cosas mejoran y emprende un viaje en 1930 por Oriente Próximo. Allí conoce al arqueólogo Max Mallowan, bastante más joven que ella. Se enamoran y contraen matrimonio, viajando en adelante por lugares como Siria o Irak, que serán escenarios de muchas de sus novelas.
También escribe obras teatrales de éxito, como «La ratonera» que se sigue representado en Londres. Bajo el seudónimo de Mary Westmacott escribe historias románticas. En 1971 es galardonada con la Orden del Imperio Británico. Fallece en 1976
Muchas Gracias, nunca me había preocupado de saber la biografía de esta escritora.
Cómo me gustan las mujeres, que en aquellos años, marchan a Oriente, Africa, vamos a paises tan tan lejanos. Adoro a estas mujeres.
Ella era muy salada. Solía decir que la ventaja de haberse casado con un arqueólogo era que conforme más años cumplía, su marido más se enamoraba de ella.