Aunque esto de la pintura y la cultura no sea algo que se aprecie demasiado en nuestro país, todo el mundo conoce algunos detalles sobre la vida y obra de los pintores de cámara de Felipe IV y Carlos III, Velázquez y Goya. Dos de los artistas más sobresalientes de nuestro país, cuya fama ensombrece a otros cuya técnica pictórica está a su misma altura.
Uno de estos casos es el de Alonso Sánchez Coello, un artista español que consiguió maravillar con su pintura al mismísimo Felipe II.
Orígenes de Alonso Sánchez Coello
Alonso Sánchez Coello, nació en 1531 en la localidad valenciana de Benifairó de los Valles. Cuando apenas tenía diez años su familia se trasladó a Portugal (de ahí que muchos sitúen sus orígenes en nuestro país vecino), formándose allí como pintor bajo la protección de Juan III.
Gracias a este monarca, pudo viajar por diferentes puntos de Europa para empaparse de los diferentes tipos de pintura y estudiar junto a Antonio Moro. Tras varios años refinando su pintura, regresó en 1555 a España, convirtiéndose cuatro años más tarde en el pintor de cámara de Felipe II.
Características de la pintura de Sánchez Coello
Muy influenciado por Tiziano y Antonio Moro, el estilo pictórico de Sánchez Coello se caracteriza por una gran minuciosidad y detallismo. Sus retratos son de una gran sencillez, en los que destaca la vestimenta del retratado, así como la colocación de las figuras en un espacio neutro que evita que el espectador desvíe su atención de personaje principal.