Antoni Gaudí i Cornet, conocido mundialmente por el primero de sus apellidos, es uno de los grandes representantes junto a Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch del Modernismo catalán del siglo XIX y XX. Este movimiento, llegado a Cataluña a través de los contactos comerciales con Europa, busca encontrar esa nueva arquitectura en la que el diseño de todos y cada uno de los complementos que forman los rincones de los nuevos edificios sea algo útil y sobretodo bello.
De grandes inquietudes artísticas y gran observador de los fenómenos de la naturaleza, Gaudí sabrá imprimir esta belleza, a todos y cada uno de sus grandes proyectos arquitectónicos, utilizando elementos tan novedosos para el mundo de la arquitectura como por ejemplo: las bóvedas hiperboloides, la integración en perfecta armonía, elementos tan dispares como son el hierro forjado o la piedra, e incluso la utilización de materiales de desecho, como los pequeños trozos de azulejos de colores que coloca en multitud de rincones de sus obras.
Unos edificios, construidos casi totalmente en la ciudad de Barcelona, los cuales podemos dividir en tres periodos bien diferenciados.
Períodos arquitectónicos de Gaudí
Orientalista o del Arte Oriental. Cuyas obras presentan elementos que recuerdan a los que se pueden encontrar en gran parte de los edificios orientales (una corriente muy de moda en aquellos momentos) e incluso algunas estructuras o decoraciones extraídas del arte hispánico realizado durante la dominación islámica de la Península Ibérica, como por ejemplo los azulejos cerámicos que solían utilizarse para decorar estancias o la culminación de los tejados en forma de templete.
Neogótico. Un arte que intenta traer al presente, las mejores soluciones arquitectónicas del Gótico, así como algunos de sus ornamentos más característicos, y que Gaudí integrará con algunos elementos del periodo anterior. Pináculos, almenas y arquerías comenzarán a mezclarse con todo tipo de formas ondulantes y materiales decorativos de épocas pasadas, dando un toque personal e inconfundible a sus edificios.
Naturalista u Orgánico. Último, y no por ello menos importante, período arquitectónico de Gaudí, caracterizado por la búsqueda de la perfección a través de la utilización de formas geométricas que el artista ha visto en la naturaleza. Es el momento en el que encuentra al fin ese estilo arquitectónico que llevaba buscando durante gran parte de su vida y que plasmará en lugares tan conocidos como la inconclusa Sagrada Familia o uno de los parques más bellos de la ciudad, el Parque Güell.