Muchos creen que el cómic sólo es un entretenimiento para niños y adolescentes, pero la historia del cómic tiene múltiples ejemplos de que esto no es así.
En el noveno arte, que es como muchos llaman a la historieta o los tebeos, como se conocen en España, no todo es cómic Marvel.
Los cómic sobre historia
La historia del cómic es amplia y dentro de este arte cabe el cómic histórico o el cómic sobre historia, más o menos fiel. Los que son fieles a la realidad nos sirven para aprender historia, y si no para aprenderla de manera profunda, sí para hacer una primera aproximación.
Así, si quieres empezar a leer sobre la II Guerra Mundial y no sabes nada sobre el tema, quizá lo mejor es que no empieces por libros como el de Antony Beevor, que aunque se ha convertido ya en un clásico asusta por su tamaño.
De este modo, para iniciarte en el peor conflicto de la historia de la humanidad, puedes empezar por algún cómic como el de René Tardí, que se llama «Yo, René Tardi»»
La Historia de los prisioneros en los campos nazis
Cuando uno se adentra en la II Guerra Mundial, lo que más suele llamarle la atención es todo lo que tiene que ver con los campos de concentración nazi.
Todo el mundo se suele preguntar cómo se pudo llegar a ese nivel de barbarie, cómo vivían los prisioneros, cómo se los trataba, que pensaban, etc.
Hay decenas de libros que tocan el tema, pero ninguno con la sencillez del cómic del que hemos hablado antes, «Yo, René Tardi», el cual nos cuenta la historia del padre del autor como prisionero en un campo nazi.
El cómic se basa en hechos reales, ya que para realizarlo el autor ha usado a su padre como fuente. Además de sus vivencias ha usado sus anotaciones.
De este modo, nos lleva a un campo nazi dibujado con bastante fidelidad y a través de la historieta y el dibujo nos cuenta cómo era la vida dentro de uno de aquellos centros de exterminio.