Tal y como os prometimos en el artículo anterior dedicado a los Tartessos, hoy vamos a hablaros sobre el hombre que se convirtió en el monarca más legendario de este maravilloso reino: el longevo y sabio Argantonio.
Argantonio, el gran rey tartésico
Hablar de Argantonio, es hacerlo del primer rey de la Península Ibérica que aparece en textos de la Antigüedad. Tan solo son dos pequeñas citas en las obras de Heródoto y Anacreonte (en los siglos V y VI a.C respectivamente), pero nos sirven para darnos cuenta de la gran importancia que tuvo este monarca y conocer detalles tan sorprendentes a la par que poco creíbles como, que llegó a vivir ciento veinte años o reinó durante ochenta.
¿Cuándo se produjo el reinado de Argantonio? Según las fuentes de las que disponemos, su reinado se desarrolló durante los años 630 al 550 a.C
A lo largo de su extenso reinado, Tartessos consiguió alcanzar su máximo esplendor, gracias a su gran visión política y económica, la cual le hizo mantener un contacto mucho más estrecho con los comerciantes griegos que surcaban el Mediterráneo. Algo que posibilitó que los tartessos pudieran sacudirse un poco la influencia que de los fenicios, los cuales dominaban el comercio de la inmensa mayoría de los productos producidos por los súbditos de Argantonio.
¿De dónde procede su nombre?
Todo apunta, a que su nombre fue dado por alguno de los pueblos que realizaban transacciones con los Tartessos, para remarcar que la gran abundancia de metales como la plata que este pueblo poseía. Y es que, literalmente la traducción de su nombre es “ el hombre de la plata” .