Conocemos con la denominación de Arte Postpaleolítico a todas aquellas representaciones, que se efectuaron en la Península Ibérica, a lo largo del período posterior al Paleolítico (como muy bien se puede adivinar por su nombre)
Este tipo de arte, deja atrás la oscuridad de las cuevas, para pasar a efectuarse a plena luz del día en espacios de reducidas dimensiones como los covachos y los abrigos. Unos lugares que facilitan poder ser observados sin necesidad de tener que utilizar ninguna iluminación especial.
Son pinturas, que se caracterizan por: la utilización de tres colores (negro, rojo y blanco) en la que ya no existe ningún tipo de perspectiva, una sensación de movilidad más próxima a la realidad y un exagerada estilización de los seres humanos y animales representados.
Por la forma en la que se encuentran dibujados, el Arte Postpaleolítico de la Península Ibérica puede dividirse en:
Arte Levantino Clásico, en el que los animales se acercan mucho más a su imagen real y los seres humanos poseen unos cuerpos y miembros excesivamente alargados.
Arte Macroesquemático, en el que todas sus imágenes son de gran tamaño y se esquematizan al extremo. Se valora más el simbolísmo que el ser que se ha representado.