Nació en Ferrol en 1820 en el seno de una familia liberal conservadora. Su padre era un militar que había apoyado la constitución de 1812 y de hecho se ve obligado a huir en 1827, cuando renace el absolutismo, y muere en el destierro dos años más tarde. La madre, con dos hijas pequeñas y pocos recursos se ve obligada a vivir un tiempo en Cantabria, con su suegra, aunque pronto se marchará a Madrid en busca de una vida mejor para las niñas y para ella misma.
A los 28 años se casa Concepción con el joven abogado Fernando García Camino, al que había conocido en la Facultad de Derecho. Ella iba de oyente a las clases, en contra de la voluntad de su madre y vestida de hombre para pasar desapercibida. Cánovas lo niega luego en algún escrito, diciendo que no puede ser cierto porque él jamás coincidió con ella. Sin embargo, la condesa de Campo Alange, con muy criterio, le rebate que nunca pudieron haber coincidido, porque Cánovas empieza sus estudios en 1846, cuando ella ya no pisaba la Facultad.
El matrimonio tiene tres hijos, aunque la única niña muere siendo muy pequeña y sobreviven dos varones: Fernando y Ramón. Fue un matrimonio feliz aunque con poca duración, porque a los nueve años de casarse, Concepción se queda viuda y con dos niños pequeños. La historia de su madre se repite en ella misma. Para salir adelante dentro de su penuria económica, Concepción escribe artículos para la revista “Iberia”, y a ella le pagan la mitad de lo que le habían pagado a su esposo, a pesar de que cuando él enviaba sus trabajos, el director sabía que la mayoría de ellos estaban escritos por Concepción. La situación se torna todavía más complicada cuando la revista prescinde de ella como colaboradora.
Gracias a las personas que se interesan por la historia y nos la dan a conocer de una manera amena , de los tiempos que no pararon , y que de ellos de algun modo venimos , obras y personajes , piedras y caminos que hoy en dia nos dan pistas sobre la vida de antaño GRACIAS
Muchas gracias a ti por la paciencia de haberlo leído y sobre todo por detenerte también a dejar tu comentario. Bienvenido, esta es tu casa para cuando gustes
Gracias por dejarnos tu impresión Luis, como dice Mabel, vuelve cuando quieras
Gracias a las personas que hacen posible que la sabiduria este al alcance de un pobre ignorante como yo , os admiro y os conmino a que sigais haciendo estas maravillas , no hay genero mejor para la lectura que el repaso al pasado que mayor aventura?
Bueno, eso de la admiración es porque nos conoces poco, como decían años ha en el anuncio de la tónica.