Ana Frank

El Diario de Ana Frank

Igual es solo cosa mía, pero…detesto profundamente que me digan lo que tengo que leer. Es por eso, que nunca le hago caso a todas esas listas que aparecen en múltiples lugares, las cuales te empujan a leer determinados títulos antes de llegar al fin de tus días. ¿Por qué? Porque hacen que te sientas un poco mal e incluso algo inferior por no leer ni uno de los libros que te aconsejan.

Además, esto es algo que yo pienso y defiendo, cada libro tiene su momento adecuado; de nada sirve que te pongas a leer historias de profundo calado como por ejemplo El diario de Ana Frank, sin una base que te permita comprender todo lo que sucede. Precisamente es a este último al que más tiempo le hemos dedicado en este casi extinto mes de abril.

Ana Frank

El diario de Ana Frank

No os voy a mentir, me han sorprendido enormemente dos cosas de esta recopilación de textos: el espíritu vitalista de Ana durante su estancia en la “Casa de atrás” y el increíble talento literario que tiene para su corta edad (he leído a escritores que le doblan la edad y no han conseguido transmitirme ni la mitad de cosas que Ana)

Igual es exagerar un poco, pero…si no hubiese tenido un final tan injusto, quizá ahora mismo estaríamos hablando de una de las escritoras más destacadas del siglo pasado. ¿Por qué llega tanto la historia de Ana? Probablemente porque conocemos todos los acontecimientos que sucedieron tras la finalización del diario y estamos mucho más sensibilizados que sus contemporáneos ante el tema de las persecuciones religiosas.

Eso si, os aconsejo que no os acerquéis a El diario de Ana Frank sintiendo lástima por la protagonista. No os va a permitir disfrutar de su lectura correctamente y lo más importante, seguro que a Ana no le gustaría que sintiéramos pena por ella.