Aunque os resulte complicado creerlo, los que estudiamos Historia también tenemos alguna que otra dificultad con determinada época o asignatura. ¿De verdad nos cuesta aprender sobre algo que nos gusta? De verdad de la buena, de hecho, os podría decir 2 o 3 asignaturas en las que he perdido años de vida.
¿Hay algún truco para hacer que nos gusten? Siento decepcionaros, pero yo no poseo ningún truco milagroso que transforme una asignatura tediosa en una maravilla de la que te da pena despedirte. La única cosa que me impide lanzar los libros, apuntes, e incluso el ordenador por la ventana, son los esquemas.
Esquemas, los grandes aliados para estudiar Historia
Si no queréis volveros locos, esquematizad todo lo que podáis y más aquello que tengáis que estudiaros. Hacedlo, no solo porque cuando tengáis que prepararos en serio el examen o los exámenes va ser más fácil estudiarlo, sino porque mientras estáis lamentando vuestra suerte todo ese conocimiento se va a introducir en vuestro cerebro sin que os deis cuenta.
¿Qué debe tener un buen esquema?
Como todo en esta vida, cada persona busca o necesita plasmar en un esquema cosas diferentes. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que las pautas que yo sigo no pueden servirte a ti y vicerversa. Es por eso, que cuando hagas un esquema, te aconsejo que busques tu propia comodidad.
De nada sirve que sigas al dedillo lo que te ha dicho cualquier otra persona, si tú no te encuentras cómodo con su estructura. Desde aquí lo único que te vamos a recomendar es lo siguiente:
- Que tenga una estructura clara, en la que seas capaz de ver lo que pone al primer vistazo
- Tenga orden y las ideas no se mezclen