Tal y como ya os dijimos en el artículo que dedicamos a Age of Empires, los videojuegos pueden ayudarnos, tanto a nosotros como a nuestros hijos, en un momento dado a adquirir conocimientos sobre una o varias épocas, de forma rápida y divertida. Conocimientos, que no se olvidan tan fácilmente como los que nos hacen aprendernos de memoria, ya que nuestro cerebro los asocia con algo positivo.
¿Con que os proponemos divertiros este fin de semana? Con uno de los juegos que más horas nos han robado, después del Ages, Imperium Civitas.
Un videojuego ambientado en la Antigua Roma, en el que nos convertimos en los dueños y señores de alguna de las ciudades más importantes de las provincias romanas. Ciudades, entre las que se encuentra Tarraco, Cartago, Cartago Nova, Pompeya o Augusta Emérita, que debemos convertir en núcleo prospero, en el que todos sus habitantes deben tener cubiertas sus actividades.
¿Qué podemos aprender de Imperium Civitas?
Fundamentalmente, podemos aprender y comprender mucho mejor, el funcionamiento de una ciudad romana de provincia. Una ciudad llena de gentes de distinta procedencia y necesidades diferentes, en la que no podían faltar los edificios fundamentales, como los templos, el foro, las fuentes, los jardines, edificios para el ocio o las industrias.
Una ciudad, que en nuestro caso, debe estar lo más equilibrada posible para que sus habitantes no se muestren descontentos porque no tengan acceso a determinado servicio y comiencen a revelarse contra los dirigentes de la ciudad. Pero no solo hay que tener contentos a los habitantes, ya que si descuidamos a los esclavos (que son los que trabajan) también tendremos problemas de seguridad.
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