Los últimos acontecimientos ocurridos en la catedral de Notre Dame de París, ponen de manifiesto la solidez (restauración de Viollet-le-Duc mediante) de las construcciones realizadas a lo largo de ese periodo constructivo, popularmente conocido como Gótico
Un período en el que hoy vamos a adentrarnos, para que podáis realizar una primera aproximación a sus elementos principales y descubrir que fue lo que hizo que Notre Dame no se viniera abajo.
Introducción a la Arquitectura Gótica
Antes de meternos de lleno en ese mundo lleno de pináculos, contrafuertes, arbotantes y rosetones, es necesario situarnos en el tiempo y conocer porque, a pesar de su belleza, se le da este nombre poco acertado.
¿Dónde surge la Arquitectura Gótica?
Lo que hoy conocemos como Arquitectura Gótica, surge en la región francesa de Île-de-France (en la que se encuentra situada la ciudad París) a finales del siglo XII.
Este nuevo estilo constructivo, se extendió por gran parte de Europa, perdurando hasta el siglo XV.
¿Por qué se conoce por este nombre?
El culpable de que este tipo de arte se denomine de esta manera, lo tiene Giorgo Vasari, uno de los más famosos tratadistas artísticos del Renacimiento (además de arquitecto, pintor y escultor). Es uno de sus escritos en los que encontramos por primera vez la palabra gótico, para referirse al arte realizado en el período anterior al Renacimiento de forma despectiva.
Sí, para alguien con un gusto artístico tan elevado como el de Vasari, el arte producido a entre los siglos XII y XV era producto de bárbaros (godos), al que no merecía la pena prestar atención ya que carecía de la armonía del Renacimiento.
Características principales de la Arquitectura Gótica
Distinguir si una iglesia o catedral es de estilo gótico, es mucho más sencillo de lo que parece, ya que posee unas características que son muy reconocibles; sobre las que os vamos a hablar a continuación:
La verticalidad y la luz. Nada caracteriza más a este período constructivo, que la verticalidad (en contraste con la horizontalidad del anterior período) y la luz.
Dos elementos, que tenían un objetivo común: acercarse a Dios por medio de la altura para sentirse mucho más cerca del creador y de la luz, la cual era vista por los hombres del medievo como un elemento que ayudaba a los fieles a exaltar su fe.
Arcos ojivales. También conocidos con el nombre de arcos apuntados, ayudaron enormemente a la creación de las esbeltas catedrales que tantas veces han contemplado nuestros ojos. ¿Por qué se decidió utilizar estos arcos? Porque su forma soporta mucho mejor los empujes laterales y pueden soportar tramos más grandes de muro.
Bóvedas de crucería. Precisamente gracias en gran parte a ellas y a la maravillosa labor de los bomberos, Notre Dame de París sigue todavía en pie. Estas bóvedas, cuya estructura principal se crea a partir del cruce de varios arcos ojivales (de ahí que su nombre) permitieron gracias a su ligereza, que su estructura se fuera complicando y enriqueciendo a lo largo de este período, creando diseños tan espectaculares como las bóvedas de abanico del gótico inglés.
Arbotantes. No solo fueron importantes las bóvedas durante el incendio de Notre Dame, también los arbotantes tuvieron gran parte de culpa para que la catedral no se hundiera. ¿Qué son los arbotantes? Son los arcos exteriores que transmiten el peso de las bóvedas hacia los contrafuertes.
Gracias a este sistema de sustentación, fue posible que las paredes interiores de las iglesias y catedrales góticas tan solo tuvieran una función meramente de cerramiento, dejando espacio a las vidrieras.
Vidrieras.Al descargarse los muros de su función principal (la sustentación de las bóvedas), estos pudieron abrirse casi completamente para dejar paso al elemento decorativo más característico del gótico: las vidrieras.
Estas ventanas creadas por la unión de vidrios de colores y plomo, no solo servían para hacer mucho más bellas las construcciones en las que se colocaban, también eran un soporte ideal para contar historias de la Biblia e incluso exaltar la figura de sus donantes.
Rosetones.A pesar de que estos elementos de tipo circular ya existían en el Románico, es durante el gótico cuando adquieren su gran desarrollo. Estos enormes puntos de luz que se colocaban en el ábside o en la fachada principal de los edificios, solían decorarse con vidrieras historiadas.
Finalizamos aquí esta pequeña introducción a la arquitectura gótica, la cual completaremos próximamente hablando sobre los diferentes estilos regionales que surgieron en lugares tan dispares como, Francia, Inglaterra, España, Alemania e Italia.