Continuamos contándoos los acontecimientos que se fueron sucediendo en Guerra de Troya tras el combate en el que Paris tuvo la suerte de acabar con la vida del valeroso Aquiles. Una lucha que empujó a los griegos a idear la estrategia con la que consiguieron su victoria.
Empezaremos con el hecho que hemos decidido utilizar para dividir los acontecimientos: la muerte de Aquiles.
Muerte de Aquiles
Junto a la historia del caballo, la muerte del gran héroe griego, es el episodio más conocido de la Ilíada. Aquiles, era perfectamente consciente de que su destino era morir en aquella gran guerra, y es por ello que luchaba cada día, como si fuera el último del que podía disfrutar sobre la tierra. Tras su enfrentamiento contra Héctor, las tropas troyanas quedaron huérfanas de un verdadero líder, que pudiera impulsar al ejército contra los griegos.
Es en este contexto, en el que se produce el enfrentamiento entre Aquiles y Paris, el principal culpable de esta guerra, que busca vengar la muerte de su hermano Héctor. Aunque es un combate que Paris tiene perdido de antemano, la ayuda de Apolo, hace que el príncipe troyano, consiga derrotar y dar muerte al mejor guerrero nunca antes conocido.
Muerte de Áyax
Con la muerte de Aquiles, comenzaron las disputas entre los líderes del ejército griego, por hacerse con sus riquezas y sobretodo por conseguir su armadura. Las cabezas visibles de esta lucha eran, Odiseo y Áyax, consiguiendo el primero, hacerse con el botín gracias a su astucia.
Áyax, loco de rabia por perder tan preciado símbolo, juró vengarse de cada uno de sus compañeros. Emborrachándose, para olvidar tal afrenta, se encontró a un grupo de pobres ovejas, a las que asesino sin piedad, pensando que eran sus compañeros.
Al día siguiente, cuando fue consciente de la terrible acción que había cometido, asesinar tan inocentes animales, decidió quitarse la vida con su propia espada.
El Caballo de Troya
Ambos bandos, se encontraban bastante desgastados por la extensión de una guerra, en la que habían muerto grandes guerreros de uno y otro bando.
Se necesitaba un golpe de efecto, que inclinara la balanza definitivamente, hacia uno u otro lado. Ese golpe de efecto, vino por parte de los griegos y uno de los hombres más brillantes de la Guerra de Troya, Odiseo.
De su mente, salió la idea de construir un caballo, cuyo interior estuviera hueco para albergar una parte del ejército, que dejarían en la playa, como ofrenda a los dioses. Los troyanos, confiados al ver marcharse a los barcos enemigos, introdujeron en la ciudad el motivo de su destrucción final.