¿Cuándo surge el primer libro? Lo cierto es que el primer libro surge más o menos al mismo tiempo que la escritura, aunque no en el formato que conocemos hoy.
El primer libro lo tenemos en Mesopotamia
Mesopotamia es la cuna de la civilización y por ello no es casualidad que los primeros “libros” surgiesen allí en el año 3000 antes de Cristo.
Pongo libro entre comillas porque no tenían nada que ver con los que nosotros usamos, puesto que el soporte sobre el que se escribía era la arcilla, que se usaba fresca para poder escribir los caracteres con una especie de caña.
Esas tablillas se podían guardar y de hecho se guardaban, formando así las primeras bibliotecas como la que se encontró en Ninive, con nada más y nada menos que 22.000 tablillas o libros.
La primera innovación alrededor del libro surge en Egipto
En el Antiguo Egipto surge la primera innovación tecnológica, el primer cambio en el mundo del libro.
Este cambio consiste en dejar las tablillas de arcilla, incómodas de usar y pesadas, para empezar a usar algo que se parece mucho al papel: el papiro.
El papiro es una planta que se procesaba para obtener algo similar a nuestro papel y sobre el cual se podía escribir con una caña o con una pluma de ave.
Además de innovar en el soporte, en esta época también se introduce otra innovación, que consiste en enrollar los papiros alrededor de un cilindro de madera, naciendo así los rollos.
Los rollos se formaban pegando varias hojas de papiro, de forma que se podía leer de manera continua. Además, se les pone una etiqueta a estos papiros para que se sepa de qué libro se trata sin necesidad de abrirlo, algo que denota la intención de organizar estos papiros.
Con los romanos aparecen los primeros libros tal y como los conocemos
En época romana hay dos innovaciones fundamentales para la historia del libro.
La primera es que aparece el libro tal y como nosotros lo conocemos, aunque un tanto distinto, pues en lugar de papel se usaban tablas de madera unidas como uno de nuestros libros.
A las tablas se les ponía cera y en ellas aprendían a escribir los niños a modo de un cuaderno un tanto primitivo.
Otra de las innovaciones, que no fue de invención romana, es la aparición del pergamino como soporte de escritura, un soporte que poco a poco desplaza al papiro.
El pergamino es de origen animal y por lo tanto más caro, pero dura más tiempo y además se puede borrar.
En la Edad Media ya hay libros como los nuestros
Con el final de Imperio Romano y el nacimiento de la Edad Media surgen otras dos innovaciones que han llegado hasta hoy: el papel y el códice.
El papel, que parece que surge en China, llega a Europa más o menos en el siglo III-IV (aquí hay diferentes opiniones según los autores) y que hace que los libros sean mucho más económicos. El pergamino se sigue usando, pero sólo para libros especiales, de manera que el resto de libros se hacen en papel.
Aquí me gustaría aclarar que el que los libros sean más económicos no significa que se popularizasen, ya que para eso hay que esperar unos siglos. Además, hay que tener en cuenta casi toda la población era analfabeta.
La aparición del códice es la segunda innovación que aparece en esta época. El códice no es más que el libro tal y como lo conocemos, de papel con tapas y con sus diferentes maneras de encuadernación.
La aparición de la imprenta al final de la Edad Media
En 1457. justo en la época que marca el final de la edad media y el principio de la moderna aparece la imprenta.
Este invento es comparable a lo que supuso la aparición de Internet para nosotros, puesto que provocó una enorme revolución.
Por primera vez en la historia los libros eran asequibles y podían llegar mucha más gente, aunque es cierto que seguían siendo algo que no estaba al alcance de todo el mundo, ni por el precio ni por la enorme tasa de analfabetismo.
Con la revolución industrial llegó otro cambio y es que la imprenta mejoró de forma que la producción se abarató de tal manera que al fin el libro llegó a las clases populares.
El e-reader lo cambia todo en el siglo XXI
Puede parecer mentira, pero la verdad es que casi durante quinientos años apenas han existido novedades en el mundo de los libros y hemos tenido que esperar hasta el principio del siglo XXI, para que hubiese una revolución comparable a la aparición de la imprenta.
Esa revolución ha sido el ereader y la aparición de libro electrónico, un cambio que ha facilitado mucho la lectura y que ha llevado a un cambio de hábitos.
Con el ereader se puede trasportar una biblioteca entera en el tamaño de una libreta de tamaño A5, se acaban los problemas de espacio en casa y se abarata el acceso a la cultura, pues los libros electrónicos se suelen vender a un precio muy inferior al de sus parientes de papel.
Además, ha terminado con el problema de los libros descatalogados. Los libros que salen en digital, los que podemos leer en nuestros e-reader, nunca se descatalogan, a diferencia de lo que pasa con los que salen en papel.
Por último, los e-reader no dañan la vista y su batería dura semanas, por lo que quizá es uno de los mejores inventos del presente siglo y el mejor invento para aquellos que leemos mucho.