Leonor Plantagenet nació en Cherburgo en 1160 y era hija de la célebre Leonor de Aquitania, hermana de Ricardo Corazón de León y Juan Sin Tierra. Fue educada en un ambiente progresista y moderno para aquel entonces. Se la promete a Alfonso VIII de Castilla y a los diez años llega a Tarazona para la boda. Había pasado la mayor parte de su infancia en Poitiers, en la corte de su madre, rodeada de trovadores y poetas. Su propio hermano Ricardo era un músico excelente y buen trovador. Así que por fuerza la llegada a un lugar como Castilla tuvo que suponer para la niña un choque cultural y emocional. Probablemente la salvó que se enamoró locamente de Alfonso y por ende de su tierra castellana. A su marido y al reino consagró toda su vida.
Cuando su marido arrebata Cuenca a los moros ella se encarga de crear un hospital para ocuparse de los numerosos heridos. En Cuenca vive la pareja real algún tiempo y allí nacerá su primer hijo, que muere a los pocos días.
Leonor siempre estará al lado de su esposo, tanto en los momentos tristes, como la derrota en la batalla de Alarcos, como cuando vence a los moros en 1212 en la batalla de Las Navas de Tolosa. Es ella quien anima al rey para repoblar los territorios conquistados. Durante su reinado se crea en Palencia el primer Estudio General de España. En Burgos manda edificar Santa María la Real, que albergará la rama femenina del Císter y será panteón real. El rey muere el 6 de octubre de 1214 y su esposa, rota de dolor y sin ganas de continuar en soledad, solo le va a sobrevivir veintiséis días. Yacen los dos enterrados uno al lado del otro en Las Huelgas de Burgos. Cuenta la leyenda que en realidad fue Leonor quien más amó de la pareja, pues parece ser que el rey quiso con locura a una joven judía de Toledo. Pero el único hecho que se sabe con certeza es que su matrimonio duró más de cuarenta años y que ella estuvo al lado de su esposo hasta el final.
Fue una buena reina y siempre tuvo en cuenta el futuro de sus hijos. A su hija Berenguela la casa con Alfonso IX de León, con lo cual más adelante los dos reinos quedarían unidos, a pesar de que el matrimonio se anuló. Pero Berenguela tuvo cinco hijos y cuando a la muerte de su hermano mayor Enrique reclamó para si el trono de Castilla, lo cedió a Fernando, su hijo mayor.
Un triunfo personal de la reina Leonor fue hacer del monasterio de las Huelgas algo similar al de Fontevrault que ella había conocido de niña, en la corte de su madre. Consiguió que la madre abadesa de Las Huelgas tuviese poder para nombrar jueces, alcaldes y confesores.
Si Leonor fue digna hija de su madre también es verdad que dio una estupenda educación a todas sus hijas: Berenguela fue reina de Castilla, Blanca lo fue de Francia, Urraca de Portugal y Leonor de Aragón. Su hija Constanza profesó en el Císter y llegó a ser abadesa de Las Huelgas.
Que duro debió ser para ella, vivir en España. Con lo atrasaditos que estábamos entonces…Ahora no.
Siempre me han impresionado esas parejas que mueren casi al mismo tiempo.Me gusta esta mujer.
A mi me impactó mucho ver sus sepulcros en Las Huelgas y saber eso, que se habían muerto con tan poca diferencia de tiempo. Además que la familia de esta señora, su madre, sobre todo, eran muy interesantes