Ahora que hemos finalizado nuestra serie sobre la Guerra de Troya, es el momento ideal para hablar del héroe griego al que una inmensa mayoría conoce por el nombre romano, Ulises.
Como a nosotros nos gusta seguir la tradición de forma más o menos estricta, en lugar de su nombre romano, emplearemos el que el genial Homero uso para referirse a él en su obra más conocida, La Odisea, la cual se llama así por Odiseo.
¿A quién nos referimos cuando hablamos de Odiseo?
Odiseo, es uno de aquellos héroes, que dejaron atrás a su patria, para ayudar al rey Agamenón en su campaña contra Troya.
Sus padres, Laertes y Anticlea, son los reyes de una pequeña isla jónica, llamada Ítaca. Un pequeño reino, que deja en manos de su esposa Penélope, que tiene que actuar como regente a su partida y cuidar del que será en un futuro, heredero del reino, Telémaco.
¿Qué hace tan especial a Odiseo?
En el campo de batalla, la cualidad por la que destaca nuestro héroe, es la inteligencia (superior a la de muchos), con la que logra solventar varios problemas durante la guerra y le servirá para conseguir regresar a su amada Ítaca.
El episodio más famoso de Odiseo y porque siempre será recordado, será la construcción del Caballo de Troya, un regalo envenenado para los troyanos, con el que no solo consiguieron quebrar las defensas troyanas. Su imprudente introducción en la ciudad, a pesar de los aviso de Laooconte, sirvió a las armas griegas, para devastar la cuidad y terminar al fin una guerra demasiado larga.
Existen muchos más episodios en la vida de Odiseo, que suceden durante su accidentado regreso a su isla y que podemos disfrutar gracias a la pluma de Homero, que recopiló todas sus aventuras en un libro: la Odisea.
Un regreso, que os recomendamos leer, que no es nada fácil. En los diez años que tardar en volver a su hogar, tiene que pasar por un sinfín de peripecias, en la que hay naufragios, luchas contra monstruos, peligrosas travesías marinas, hechiceras…etc.
¿Pensáis que cuando llegue a su casa va encontrar paz? Sentimos deciros que no. En su propio palacio, se encuentran instalados cientos de pretendientes, que pretenden apropiarse de su reino, mediante el matrimonio con su mujer.
Tras planear la forma de librarse de ellos, con la ayuda de su hijo y su padre, entrarán en el palacio para acabar con las vidas de todos aquellos pretendientes, que estaban arruinando su reino.