Dorothy Irene Wilde nació en Londres en 1865, poco después de que su tÃo, el famoso Oscar Wilde, hubiese sido sometido a juicio por su homosexualidad. Durante la I GM trabajó en Francia como conductora de ambulancias y allà tiene un romance con Marion, la heredera de la Standard Oil, que también era conductora.
Aunque también tuvo relaciones heterosexuales, siempre primó su interés por las mujeres y no tardó en ser conocida como el «Wilde femenino». Hasta en lo fÃsico se parecÃa mucho a su tÃo. De él heredó también la sensibilidad, la imaginación y su don con las palabras.
La mujer que marcarÃa su vida irremediablemente fue Natalie Clifford Barney, a la que para su desgracia amó demasiado; pues Natalie era todo menos fiel y gustaba de tener dos e incluso tres relaciones a la vez.
Aunque Dolly escribÃa bien y tenÃa talento, ella nunca acabó de creérselo, y salvo algunas traducciones, no ganaba dinero con su trabajo, con lo cual siempre vivió de la ayuda de sus amigos y de la herencia que su padrastro le habÃa dejado. BebÃa demasiado y se convirtió en adicta a la cocaÃna y en los últimos años de su vida al paraldehÃdo, un somnÃfero que entonces se vendÃa sin receta. Intentó suicidarse en varias ocasiones y a veces para vengarse de Natalie se atontaba con conquistas y relaciones de un noche, tanto con hombres como con mujeres, de las que solÃa salir defraudada y herida.
Se volvió descuidada en su aspecto personal y en su forma de vestir y no le importaba ir a una fiesta con un traje lleno de lamparones. Una de sus pasiones era conducir a toda velocidad y solÃa hacer de chófer para Natalie. A los 39 años le detectan cáncer de mama, pero es reacia a dejarse tratar por los médicos y en 1939, cuanto cuenta 45 años, la misma edad a la que murió su tÃo, la encuentra muerta una camarera en el hotel Twenty Chesha Place. Se cree que falleció a causa de una sobredosis pero también se ha hablado de asesinato. De todas formas, le quedaba poco tiempo de vida, el cáncer habÃa invadido también sus pulmones.
